"Cuando un pediatra recibe el mejor regalo: ver crecer a un luchador"

Cuando la vida cierra el círculo...

En este post no os daré consejos, os hablaré de mí y de él.

No os diré quién es, aunque algunos le reconozcáis. Pero sí os diré algo: esta imagen se queda en mi galería personal para siempre.

Lo conocí cuando apenas era un niño de dos años, un pequeño que llegó a mi consulta con esa mirada curiosa y un espíritu que, incluso en los días más duros, jamás se apagó. A lo largo de su infancia, pasó por procesos difíciles, intervenciones complicadas y momentos en los que la vida nos puso a prueba. Y, sin embargo, siempre tuvo esa chispa especial, esa fuerza innata que le impulsaba a sonreír incluso en los días grises.

No os voy a engañar, hubo días de angustia, de conversaciones con su familia, de tomar decisiones difíciles... Pero él, en su infinita sabiduría infantil, se agarraba a la vida con una fuerza que yo solo podía admirar. En cada revisión, en cada consulta, me enseñaba algo sobre el coraje y la resistencia.

Y hoy me ha enviado esta foto. R1 de Anestesia, con un mensaje: "Dicho y Hecho Bilbao". No puedo describir lo que he sentido al verla... Quizás orgullo, quizás emoción, quizás esa satisfacción silenciosa que solo los que hemos acompañado a un niño en su lucha podemos entender. Porque la vida sin emoción, sin esos momentos que te golpean el alma, no tiene sentido.

No os imagináis el regalo que es para un pediatra ver a un pequeño guerrero crecer, superar adversidades y perseguir sus sueños. Ver cómo coge las riendas de su vida, cómo transforma cada batalla en una razón para avanzar. Él me recuerda que no hay cicatriz sin historia, ni historia sin valentía.

Esta es una de las mejores memorias que me llevo de mi etapa como pediatra. No es un premio, no es un reconocimiento público... es mucho más. Es saber que estuve ahí, que de alguna manera formé parte de su camino. Que mis manos le sostuvieron en sus primeros pasos y hoy él se sostiene solo, con fuerza, con valentía... con esa luz que nunca se apagó.

Y hoy, él me regala esta imagen. Y yo la guardo como un tesoro. Porque hay fotos que no solo capturan un instante, capturan una vida entera.

A ti, que sabes quién eres, solo puedo decirte: gracias. Por recordarme por qué amé tanto esta profesión. Por recordarme que detrás de cada consulta, de cada diagnóstico, hay una historia que merece ser vivida.

#BerrinchesyAbrazos #DePacienteAMédico #CreciendoJuntos #HistoriasQueMarcan #PediatríaConAlma #ElCaminoDeLosValientes #OrgulloDePediatra #InfanciaQueInspira #SueñosCumplidos #HistoriasQueDejanHuella #AnestesiaR1 #PequeñosGuerreros #CírculoQueSeCierra #AmarLoQueHacemos #PediatríaHumana