¿Aprender varias lenguas confunde a los niños?
- JOSE ANGEL BILBAO SUSTACHA
- 8 sept
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 12 sept

¿Demasiado largo? Te lo resumo:
👶 Cuanto antes, mejor: El mejor momento para introducir un segundo idioma es entre los 0 y los 6 años. El cerebro infantil está preparado para aprender varias lenguas de forma natural y sin confusión.
🧠 La neurociencia aclara: aprender más de una lengua mejora la memoria, la atención, la flexibilidad cognitiva y crea mayor reserva cerebral para el futuro.
🚫 No retrasa el habla: Los niños bilingües no tardan más en hablar por culpa del bilingüismo. Mezclar palabras al principio es normal y temporal.
👨👩👧 Sí se puede con dos idiomas más, incluso si hay trastornos del lenguaje (TEL, TEA), mantener la lengua familiar no perjudica: al contrario, favorece el vínculo y la comunicación.
No hace falta apuntarlo a una academia: el aprendizaje natural ocurre en el juego, las canciones, los cuentos y el contacto afectivo. No se trata de forzar, sino de exponer.
💬 El idioma no debe ser una presión, sino un regalo. Si llega con afecto y repetición, se queda para siempre.
Lo que la ciencia sabe (y lo que los bulos inventan)
—Doctor, ¿cuándo es buen momento para apuntar a Begoña a clases de inglés? Tiene dos años y nos da miedo que se líe…
La pregunta me la hicieron Asunción y José Luis, una pareja joven de Madrid que estaba de vacaciones por la zona y aprovechó para traer a su hija por tos y mocos, ese clásico veraniego que aparece justo cuando se han olvidado los pañuelos. Begoña es una niña despierta, de mirada viva, que jugaba feliz con los patos de goma de la consulta mientras sus padres me hablaban.
Me contaron que habían visto un vídeo de Lucía, mi pediatra, sobre el tema del bilingüismo, que les había parecido muy claro y tranquilizador. Pero aun así —me confesaron— querían saber mi opinión. Porque una cosa es lo que dicen los blogs, y otra muy distinta es lo que uno siente cuando se trata de su hija.
—Nos da miedo que se confunda, o que tarde más en hablar bien español. No queremos equivocarnos…
Dudas totalmente legítimas. Y frecuentes. La buena noticia es que la ciencia tiene una respuesta clara. Y es esta:
Begoña está en el mejor momento para empezar.
🧠 ¿Por qué a los 2 años es tan buen momento?
Entre los 0 y los 6 años, el cerebro humano atraviesa una etapa que en neurociencia llamamos “ventana crítica” para el desarrollo del lenguaje. Es decir, un periodo en el que el cerebro está especialmente preparado para absorber y procesar idiomas sin esfuerzo consciente.
A los 2 años, como Begoña:
El lenguaje está en plena ebullición.
No hay miedo al error ni vergüenza.
El aprendizaje ocurre de forma natural, a través del juego, la repetición y el vínculo emocional.
Si hay una edad ideal para introducir un segundo idioma de forma lúdica y afectiva, es esta. Y no, no lo va a confundir.
❌ 5 mitos frecuentes sobre el bilingüismo infantil
“Tardará más en hablar.” Falso. Los niños bilingües siguen los mismos hitos del desarrollo del lenguaje. A veces tardan un poco más en producir frases completas, pero no es un retraso, sino una adaptación a dos sistemas lingüísticos.
“Se va a liar mezclando idiomas”. Lo que se conoce como code-switching (mezclar palabras de ambos idiomas) es normal, saludable y temporal. Indica que el cerebro ya distingue y alterna según lo que necesita.
“Mejor que domine bien uno antes de empezar otro”. Cuanto más se retrasa la exposición, más arduo es adquirir naturalidad en la segunda lengua. El momento óptimo es en los primeros años de vida.
“Si tiene un trastorno del lenguaje, mejor un solo idioma.” Error frecuente. Estudios recientes muestran que los niños con TEL, TEA o retraso del lenguaje pueden beneficiarse de mantener ambos idiomas si el entorno lo permite.
“Va a acabar hablando mal a los dos.” No es así. Lo que influye no es la cantidad de lenguas, sino la calidad de exposición: si hay interacción real, afecto y contexto, el aprendizaje es sólido.
🧬 ¿Qué dice la neurociencia?
Numerosos estudios con neuroimagen han demostrado que el cerebro de los niños expuestos a más de un idioma:
Desarrolla más conexiones neuronales en áreas del lenguaje, la atención y la memoria de trabajo.
Tiene mayor flexibilidad cognitiva, es decir, mejor capacidad para cambiar de tarea, adaptarse a contextos nuevos y resolver problemas.
Activa redes cerebrales específicas para cada idioma, y con el tiempo aprende a “conmutar” entre ellas con eficiencia.
A largo plazo, muestra mayor reserva cognitiva, lo que se asocia con un menor riesgo de deterioro en la edad adulta.
En resumen: el bilingüismo no satura el cerebro, lo entrena.
📌

¿Cuál es la mejor edad para empezar?
La respuesta es sencilla: cuanto antes, mejor, siempre que el idioma se introduzca con naturalidad.
🍼 0 a 3 años: El cerebro es un absorbente cultural en el ámbito del lenguaje. No necesita clases; necesita escuchar, jugar, cantar y repetir.
🧸 3 a 6 años: Siguen siendo excelentes aprendices naturales. Ideal para cuentos, juegos, rutinas bilingües o escuelas con exposición continua.
🎒 6 a 12 años: Empiezan a necesitar una enseñanza más estructurada, pero aún pueden adquirir excelente fluidez.
🧑 A partir de los 12 años: el aprendizaje es más racional, requiere esfuerzo consciente y constancia. Aun así, sigue siendo posible.
👨👩👧 Recomendaciones para familias (como la de Begoña)
💬 No hace falta ser nativo para hablarle en otro idioma. Lo importante es la constancia, no la perfección.
🧑🏫 “Un idioma, una persona” funciona bien, pero también lo hace separar por contexto (idioma en casa vs. idioma en la escuela).
🎶 Canciones, cuentos, rutinas: todo vale si se repite y se disfruta.
⌛ Paciencia: la mezcla inicial no es un error, es parte del camino.
Y sobre todo: confianza. El idioma no debe ser una imposición, sino un puente para compartir.
💭 Y los adultos… ¿Por qué nos cuesta más?
Asunción y José Luis también lo comentaban: “Nosotros intentamos mejorar el inglés, pero se nos hace cuesta arriba”. No es casualidad.
A diferencia del cerebro infantil, que es plástico y curioso, el cerebro adulto es más eficiente pero menos flexible. Ya ha consolidado su sistema fonológico, su gramática y su forma de pensar.
Por eso, a los adultos les cuesta:
Captar sonidos nuevos.
Imitar acentos.
Hablar sin traducir mentalmente.
Y sobre todo… ¡Perder el miedo al ridículo!
Pero no es imposible. Solo requiere lo que los niños tienen de serie: exposición constante, repetición y mucha paciencia.
🌈Conclusión: No confundas bilingüismo con confusión.
El cerebro de un niño no se lía por aprender más de una lengua. Se fortalece. Como un acróbata que descubre a caminar por dos cuerdas distintas sin caerse. Como un pintor que tiene más colores en su paleta. Como un niño que puede hablar con su abuela en gallego, con sus amigos en castellano y con su profe en inglés… sin dejar de ser él mismo.
El multilingüismo no es un riesgo. Es un regalo.
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